El acné es una condición de la piel que puede dejar cicatrices no solo en el rostro, sino también en nuestra psique y autoestima. Tal vez conozcas esa sensación de impotencia cuando sientes que has probado tantas cosas y ninguna ha funcionado eficazmente. La experiencia de nuestros clientes muestra que pequeños pero constantes cambios en el estilo de vida, la creación de hábitos básicos de cuidado en combinación con tecnología eficaz, pueden hacer maravillas. Por ello, hemos recopilado para ti recomendaciones probadas que pueden ayudar a sanar incluso la piel con acné más problemática. Aunque la lucha contra el acné puede ser larga y difícil, existen varios métodos comprobados para aliviar o incluso eliminar completamente los síntomas del acné. Un factor importante es la paciencia, el cuidado meticuloso de la piel y el cumplimiento de los rituales de cuidado adecuados. Sana tu piel de una vez por todas y deshazte de esos antiestéticos granos y espinillas. Las recomendaciones enumeradas a continuación son adecuadas para todos los tipos de piel y para todos los grados de severidad del acné, ya que son pasos muy delicados y no invasivos en el camino hacia la curación de la piel.
Limpia tu rostro a fondo dos veces al día
La base del cuidado de la piel es una limpieza profunda, que debería formar parte de tu rutina matutina y vespertina. Usa un limpiador suave pero eficaz que pueda eliminar eficazmente las impurezas, el exceso de grasa y el maquillaje sin irritar innecesariamente la piel. Es ideal elegir productos especialmente formulados para pieles problemáticas que no obstruyan los poros. Para los tipos de piel más sensibles, es recomendable optar por cosméticos a base de ingredientes naturales. También asegúrate de usar siempre una esponja limpia para limpiar tu rostro. Enjuaga siempre bien el limpiador con agua tibia.
Realiza una exfoliación de calidad
Para una limpieza profunda y la eliminación de las células muertas de la piel, es esencial una exfoliación regular. Recomendamos utilizar una exfoliación ultrasónica con agua, que con la ayuda de un dispositivo especial exfolia la piel de manera suave pero eficaz. Durante este procedimiento de cinco minutos, es importante mantener el rostro húmedo, lo que ayuda al dispositivo a deslizarse mejor sobre la piel y aumenta la eficacia del tratamiento. Recomendamos realizar la exfoliación dos veces por semana. El tratamiento con el dispositivo dura aproximadamente 5 minutos.
Lava tus pinceles regularmente
No olvides lavar regularmente los pinceles y otras esponjas o herramientas que usas para aplicar el maquillaje. Los pinceles pueden ser un caldo de cultivo para bacterias e impurezas que contribuyen a la formación del acné. Limpiar los pinceles una vez a la semana con agua tibia y un detergente suave ayuda a mantener tu piel en mejor estado. Al lavar los pinceles, se recomienda usar tu gel limpiador probado para el rostro o, para las fibras naturales, un champú para el cabello. Es importante eliminar los residuos secos y las impurezas de las delicadas fibras del pincel.
Hidrata tu piel y protégela de los factores externos
Una hidratación adecuada es esencial para una piel sana. Usa cremas hidratantes adecuadas para tu tipo de piel y que contengan ingredientes calmantes e hidratantes. Los tipos de piel más sensibles deberían centrarse en los ingredientes naturales y elegir productos formulados específicamente para pieles sensibles o problemáticas. Además, es importante proteger la piel de los rayos solares con cremas SPF para evitar daños en la capa superior de la piel. Recuerda que una piel hidratada ralentiza los signos del envejecimiento. Además de las cremas, puedes usar varios sueros y mascarillas faciales, por ejemplo, con ácido hialurónico. Por supuesto, tampoco debemos olvidar la hidratación general de nuestro cuerpo: se recomienda beber al menos 2 litros de agua pura al día, y aumentar la cantidad en caso de actividad física intensa o exposición a altas temperaturas. Las bebidas como el café, que en realidad deshidratan, no cuentan para el régimen de hidratación.
Mantén hábitos saludables
Para tener una piel sana, es fundamental considerar otros aspectos de tu estilo de vida. Trata de reducir el consumo de azúcar refinada y apuesta por una dieta equilibrada y variada que incluya frutas y verduras, proporcionando así las vitaminas y minerales necesarios. Ya hemos mencionado la importancia de la hidratación, por lo que solo la recordamos aquí. Otro factor importante es el nivel de estrés que experimentamos y cómo lo manejamos. Para calmar el cuerpo y la mente, prueba ejercicios de respiración, yoga, pilates o meditaciones guiadas que puedan distraer la mente de pensamientos preocupantes.
No tocar ni apretar
Seguramente has oído el consejo de no tocarte la cara durante el día, pero a menudo lo hacemos intuitivamente con las manos sin lavar. Si no puedes evitar este mal hábito, al menos lávate las manos con más frecuencia. Además, las esteticistas no recomiendan apretar el acné y las espinillas, ya que esto puede propagar la infección a las áreas circundantes.
Prueba la terapia de luz
Con el dispositivo Reclar, además de la exfoliación ultrasónica con agua, puedes apoyar la curación del acné con terapia de luz roja y azul con galvanización, y en ambos casos no te llevará más de unos pocos minutos por la mañana y por la noche. El uso del dispositivo es muy intuitivo y aquí puedes leer las instrucciones detalladas. La luz azul tiene efectos curativos y ayuda a esterilizar el tejido, previniendo el desarrollo de la inflamación. Ayuda a sanar pequeñas heridas y cicatrices de acné dejando la piel elástica. La luz roja, por otro lado, activa el colágeno, ayudando a reducir los poros dilatados, que dejan de obstruirse. Crea también tu propio ritual que sanará tu piel de una vez por todas.
